No estamos muy acostumbrados a que España sea puntera en nada; si acaso, en cosas de las que no podemos sentirnos muy orgullosos. Sin embargo, hay honrosas excepciones. Y una de ellas es el campo de la industria de la energía solar, sin duda vinculada a las abundantísimas horas de sol que recibe nuestro país y al intenso uso que venimos haciendo de esta energía en los últimos años.
En esta industria hay tres elementos fundamentales: los materiales, es decir, las propias placas y otros accesorios necesarios para su funcionamiento; la acumulación, distribución y utilización de la energía generada, en la que intervienen elementos ajenos a la energía solar; y el tercero, del que vamos a hablar hoy, la instalación de todos los equipamientos propios de la energía solar.
Podemos decir sin miedo a exagerar que en España existe un gran número de empresas dedicadas a la instalación de placas solares de todo tamaño y condición. En la web de la empresa ENF, especializada en este campo, podemos observar las cifras que indican esta preeminencia. Esta web recoge en nuestro país 773 industrias implicadas en este sector, lo que la convierte en la séptima potencia mundial en este sentido.
España es uno de los países punteros en instalar placas solares
Los únicos países que superan a España en este campo son Reino Unido, Estados Unidos, Italia, Alemania, Japón y Holanda, que si no son grandes potencias económicas y demográficas en todos los órdenes, son países altamente tecnologizados (Holanda) o con el mismo privilegio solar que España (Italia). En estas condiciones, la situación española permite sacar pecho a los integrantes de este sector.
Este sector tiene, además de un gran desarrollo interno, una gran potencialidad de cara al mercado internacional, donde de hecho actúan muchas empresas españolas con gran éxito. Siendo así, parece lo más indicado por parte de las instituciones públicas apoyar sin reservas esta industria, facilitando en todo lo posible su desarrollo y afianzamiento dentro y fuera de nuestras fronteras.
La instalación de placas solares es una fuente de empleo que aún tiene capacidad de expansión, con grandes posibilidades respecto al mercado exterior, y una fuente de ingresos en continuo crecimiento, hasta ahora, tanto para las arcas del Estado como para la economía española en general. Aparte de participar en un sector de la economía más sostenible. Deberíamos, por lo tanto, favorecerla con toda la fuerza que nos sea posible.