Siempre que hay se crea un invento nuevo del tipo que sea, es necesario conocer qué uso y en qué ámbito se puede esa nueva idea. Con la energía solar ocurre lo mismo, todos sabemos lo que es, todos sabemos qué es una placa solar, cual es su fuente para crear energía… pero algunos no saben qué usos se le pueden dar a la energía solar en un ámbito tan cercano como el doméstico.
A pesar de que hace poco parecía lago lejano y poco trasladable al mundo más terrenal, con el avance de la tecnología y la investigación se ha conseguido que la idea inicial no se haya quedado estancada. Con la mejora de muchos componnetes y las creación de otros muchos sistemas, las energías renovables han llegado a nuestros hogares.
En aquellos lugares en los que el sol brilla todo el año, la bajada en la factura de la luz es realmente espectacular. Por poneros un ejemplo, en algunas casas californianas, han visto reducida su factura de la luz entre un 40 y un 50%. Esta reducción se ha conseguido instalando placas solares en el tejado de la vivienda.
¡Hace frío!
Cuando hace frío en la calle, lo primero que nos apetece es ducharnos con agua bien caliente para entrar en calor y poder sentarnos en el sofá sin que nos quedemos como cubitos de hielo. Uno de los usos más comunes de la energía solar es calentar la casa y el agua caliente. En Euskadi, muchas casas de nueva construcción ya cuentan con sistemas de este tipo para ahorrar en distintos usos.
En algunos casos, se utiliza para calentar el agua de calderas comunitarias. En otros casos, se suele utilizar para que la factura de la luz sea lo más reducida posible. En todo caso, lo imporrtante es que además de que nuestros bolsllos no se vean resentidos, seamos cuidadosos con el medio ambiente y ayudemos a su conservación.
También se puede almacenar
En lugares donde el sol pega fuerte y se genera más energía de la que se necesita, la alternatica suele ser almacenarla para un uso posterior. Algunos innovadores sistemas como el uso de botes de vidrio y células solares pueden resultar muy útiles a la hora de guardar esa energía que en principio, no necesitamos utilizarla. Si utilizamos un sistemas de recogida eficaz, tendremos la suerte de tener a mano la energía que nos hace falta en nuestro día a día.