Calefacción sostenible: el pellet

Ya ha llegado el frío y para pasar los inviernos lo mejor que se puede hacer es coger una mantita y arrebujarse en el sofá con un chocolatito o un café bien caliente. También ayuda tener una buena calefacción, ahora bien, hay que recordar que las calefacciones centrales de las casas son una de las mayores fuentes de contaminación.

Una manera responsable de buscar alternativas ecológicas y sostenibles para poder calentar nuestra casa es instalar una calefacción de biomasa. En los últimos años la investigación acerca de combustibles de biomasa ha dado lugar al uso del pellet en estufas y calderas como combustible no contaminante.

pellet

Esta materia se puede encontrar en el mercado en diferentes cantidades. Se pueden adquirir bolsas de 15Kg o de 800-1000Kg. También se transporta en camiones cisterna para ser vendido a granel.

¿Qué es el pellet?

Este nuevo combustible está compuesto simplemente por virutas de madera prensadas en forma de pequeños cilindros. No lleva aditivos de ningún tipo, ni siquiera otros materiales como papel, metales o tierras, para que la combustión sea lo más natural posible.

Gracias a su forma y a su pequeño tamaño el pellet se comporta como un líquido, por lo que es más fácil su movimiento y su carga en las calderas. Además, al ser tan compacto produce menos cenizas y no desprende casi polvo.

Requerimientos de instalación

En conjunto, instalar una calefacción por pellet necesita de una serie de componentes y aparatos para su funcionamiento. Es necesario tener una caldera especial y un contenedor para almacenar el pellet. Por otro lado, hay que tener un sistema de alimentación que en muchos casos suele ser un tornillo sin fin que transporta el pellet desde el depósito hasta el quemador.

Requiere también de una centralita de regulación, un acumulador inercial y un calentador para agua sanitaria. No queda completo si no tiene varios sistemas de seguridad que actúen de corta-llamas.

Ventajas

Este sistema de calefacción muestra una serie de ventajas frente a los más tradicionales, primero, porque es mucho menos contaminante. En segundo lugar, se originan con residuos de materiales, lo que hace este combustible muy sostenible. Por otro lado, su precio es estable y mucho más barato que los combustibles derivados del petróleo y no produce olores ni presenta riesgos para la salud en caso de fugas.

Estas ventajas lo hacen irresistible si estás pensando en instalar un nuevo sistema de calefacción. Y de todos modos, puedes usar el pellet en las estufas de astillas si ya tienes una.