La energía de las olas se produce cuando los generadores de electricidad se colocan en la superficie del océano. La energía de salida está determinado por la altura del oleaje, velocidad de onda, longitud de onda y la densidad del agua. Hasta la fecha sólo hay un puñado de plantas experimentales generador de onda que opera en todo el mundo, pero se siguen realizando investigación con el fin de poder utilizar esta energía renovable no contaminante que proporcionan las olas.
Las olas son causadas por el viento que sopla sobre la superficie del océano. Hay una tremenda energía en las olas del océano. Se estima que el potencial total frente a las costas de los Estados Unidos es 252 mil millones kilovatios-hora al año, aproximadamente el 7% del consumo de electricidad de los Estados Unidos en 2008. Las costas occidentales de los Estados Unidos y Europa y las costas de Japón y Nueva Zelandia son buenos sitios para aprovechar la energía de las olas.
La energía de las olas es especialmente beneficiosa para las regiones costeras donde las olas son fuertes, pero se utiliza principalmente más en el mar con olas grandes explotaciones de escala que se basa la energía de las corrientes y las olas de marea. La energía de las olas no es diferente a la energía eólica, cuanto más viento más fuerza tienen las olas que se sumará a la corriente natural. Aunque la energía de onda no es tan accesible para el público en general hace que para una excelente inversión para las entidades comerciales y que puede proporcionar beneficios ecológicos de suma importancia para cualquier negocio por lo que es una parte importante de un programa general de la empresa eco-consciente.
Si bien hay proyectos concretos en marcha de utilización de energía indumotriz, la misma no está completamente desarrollada existiendo en las costas de Estados Unidos, Gran Bretaña y Europa Sur, en los que hay muchas expectativas generadas.
En España Iberdrola, ha instalado 10 boyas sumergidas a una profundidad de 40 metros, a una distancia de la costa entre 1,5 y 3 kilómetros, ocupando una superficie de unos 2000 km². Las boyas tienen una potencia total de 1,5 MW, y suben y bajan al vaivén de las olas, enrollando y desenrollando un cable que mueve un generador de energía. Según sus promotores, las principales ventajas de este sistema son su seguridad, al encontrarse sumergido, su mayor durabilidad y un impacto ambiental mínimo.
También Portugal en el proyecto, denominado «Enersis», participa como asociado tecnológico la empresa escocesa Ocean Power Energy (OPD). Las máquinas Pelamis, término latino que designa a las serpientes marinas, y diseñadas por esta empresa escocesa líder mundial en uno de los campos de energía renovable más novedoso, están compuestas por una serie de cilindros rojos, cada uno de ellos del tamaño de un pequeño tren regional, y conectados entre sí, que apuntan en dirección a las olas.